
Mis primeros pasos los di frente a un televisor. Mi tele era mi nana. Con ella podía educarme y malcriarme. En ella podía viajar adonde fuera, pero también podía hundirme en lo más profundo de lo superficial y banal. Otras veces podía divertirme incansablemente haciendo funcionar mi felicidad en una caja de videojuegos donde lo único que importaba era llegar al fin y descubrir todos sus secretos. En el fondo de todo, era feliz.
Cuando mi infancia comenzó a avanzar hacia una breve adolescencia apareció la Internet, la solución para todo y el dominio para muchos. Atrás quedaron esas tardes en la biblioteca para realizar una carpeta o una biografía de algún músico o poeta. Se instalaron entonces las inmediateces y la impaciencia. Junto con esto llegaron las redes sociales, en las cuales lo único que importa es ser aceptado por ser bello y popular (¡BASURA!).
Soy transgénera, aprendí el concepto al llegar mi adolescencia, ya tenía una etiqueta y nadie me la podía quitar. También me volví bella y popular a punta de vómitos y ejercicio. Sí, era la mejor, pero dónde quedó el pasarlo bien sin estos aparatos dominantes y tecnológicos… Fue cuando me di cuenta de que algo andaba mal ¿Desde cuándo a las personas se les denigra y etiqueta por la calle como marcando animales? – Guatón, pelao, maricón, etcétera…
Ya ni la calle, ni la tele, ni la Internet me hacen sentido. Lo único que me hace sentido es vivir libre y feliz sin dañar a nadie y siendo la persona que anhelo ser en lo más profundo de mí ser… Soy la trans o la travesti, el maricón para otros, pero ya no me importan esas etiquetas porque primero que todo soy una Persona, una Persona con virtudes y defectos, una Persona con valores y con errores…
Me gustaría vivir en un mundo mejor, donde las personas no fueran tan patéticas y egoístas, esmeradas día tras día en tener muchos Likes, ser bellos y tener la mejor ropa y el mejor auto.
Soy Maura y quiero un mundo libre y lleno de paz y armonía, tal como lo soñé cuando mis dibujos animados así me lo mostraban.
Maura
12 de julio de 2018